sábado, 2 de abril de 2011


Sin querer me tropecé
e instantáneamente encontré
la huella sin desprender
aunque quise de mi ser.
Sin querer entre al mar
para poderla abandonar
pero más se me adjuntaba
con el tiempo pasar.
Sin querer comencé a buscar
en lo profundo del mar
la respuesta a la existencia
de aquella fea realidad.
Sin querer me disilusioné
y casi me quedo
con tanto buscar
en lo profundo del mar.
Sin querer me di por vencida
y me estaba ahogando
por aquella espantosa huella
que se apodero de todo mi ser.
Sin querer, cuando ya no lo esperaba
una ola alcanzo a la verdad
me permitió ver la huella
y a que se debía esta hermosa realidad.
Queriendo volví a entrar al mar
pero esta vez sabiendo
que la corriente
no me lleva a la verdad.

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